El alquiler es parte de un conjunto de chalets Languedoc construidos en la década de 1930, con acceso independiente y estacionamiento privado.
La amplia playa garantiza tranquilidad incluso durante los períodos pico y en un día despejado tendrá la oportunidad de admirar los Pirineos.
Un sistema de alarma con monitoreo remoto (por iniciativa propia) le permite asegurar sus pertenencias personales en la terraza del mar.